Ser un conferencista no es tarea sencilla. Hay que trabajar mucho en nosotros antes de si quiera querer que el público nos preste su atención.
Sigue leyendo para que conozcas las principales habilidades de un conferencista que te ayudarán a tener éxito tanto dentro, como fuera del escenario.
¿Qué habilidades debe poseer un conferencista?
Debe ser capaz de atrapar a la audiencia
En el momento que un conferencista toma el escenario debe ser capaz de atrapar a la audiencia, y esto lo logra sintiendo pasión por el tema del que está a punto de hablar. Todo se notará en el tono de la voz, en la mirada, y en los gestos.
No hay mejor manera de contagiar a las personas que teniendo pasión, es algo completamente contagioso, crea ilusión, transmite fuerza, y da poder de convicción. Sólo de esta manera se puede llegar a la cabeza del público, y conectar con su corazón.
De ser buen oyente
Lo peor que puede tener un ponente es creer que todo se basa en él, es por ello que, entre las habilidades de un conferencista, no está sólo el poder hablar. Si no también saber escuchar cuando es el momento.
Sabemos que lo que se busca es que la audiencia vea a través de los ojos del conferencista, pero este también debe ver a través de la mirada del público para poder desarrollar bien el tema, y llevar la presentación por el camino correcto. Aunque se descarrile en algún momento.
Debe ser capaz de abrirse a la audiencia
No quieres que la audiencia te vea como una figura de autoridad, o alguien perfecto que quizá no pasa por los mismos problemas que ellos. Lo mejor es dar la imagen de que estás disponible, y eres cercano a ellos.
Mucho antes de que tomes el escenario, entiende que no existe otro lugar en el mundo donde preferirías estar más que compartiendo con cada una de las personas que se encuentran en la sala. Esto te ayudará a disfrutar de ellas, lo que los llevará a ellos a gozar de tu presencia.
Debe abordar cada tema con naturalidad
Aunque seas un profesional, entre las habilidades de un ponente está el quitarse la máscara y dejar el formalismo para ser tan espontáneo, y auténtico, como sea posible sobre el escenario. Sin comprometer la seriedad de la presentación.
Entiende que no tienes por qué representar algún tipo de papel en las tablas, sólo tienes que ser tú mismo, transmitirle tu estilo a la audiencia, y no imitar a cualquier otro. Si no eres perfecto, no tienes por qué aparentar serlo. Créeme, tu público te adorará aún más de esa manera.
Tener un buen sentido del humor es vital
Ahora, porque se trate de un momento serio no quiere decir que cuando das una conferencia no puedes hacer reír a las personas presentes. Con uno que otro chiste el público se sentirá mucho más conectado contigo, y entre ellos.
Es de las habilidades de un conferencista que muchos saltan, pero que, cuando la dominan, piensan en cómo pudieron haber llevado a otro nivel cada una de sus oportunidades frente a la audiencia en el pasado y no la aprovecharon.