Luis Diego Campos – Conferencista Internacional y Coach Comercial
Es importante reconocer que aún y cuándo siempre influimos en alguien de una forma u otra, en una posición u otra. En muchas ocasiones no reconocemos y más importante aún, no valoramos nuestras propias habilidades.
Sin embargo, es justamente en el momento en que empezamos a valorar nuestras habilidades que impactamos positivamente y directamente nuestras acciones.
Recuerdo que hace ya algunos años cerca del año 2000 que me gustaba mucho el reggae, jugar backgammon en la esquina de la pulpería de mi casa, salir a bailar etc. etc. me gustaba mucho una muchacha, de esos amores juveniles, de pronto un día se acabó, la relación se esfumó y su frase fue “Usted no tiene un futuro profesional”
Quizá si no hubiese reconocido lo que yo realmente valía y las capacidades que tenía posiblemente no hubiese logrado las cosas que al día de hoy realicé y sigo logrando.
¿Pero por qué menciono una relación amorosa justo hoy que hablamos de emprendimiento?
Pues porque a criterio muy personal para emprender hay que enamorarse del proyecto, hay que conquistarlo, cuidarlo, abrazarlo, felicitarlo cuándo va bien, incluso llorarlo posiblemente muchas veces y hasta decirle adiós para seguir con el próximo intento, con nuestro próximo viaje sobre la barca que atraviesa mares de cuando en vez calmos y otros tantos con tormentas, quizá sea el próximo en el que encontremos muelle para descansar.
Para esto se debe de saber liderar sus decisiones, sus hábitos, estar siempre atento a las oportunidades que se presentan y además entender que liderándose a sí mismo más personas se acercarán a él y por consecuencia a su emprendimiento.
Un líder debe ser flexible para adaptarse a los cambios, si algo hemos aprendido actualmente es eso.
Un emprendedor aprende de cada una de las circunstancias o experiencias de la vida, reconoce que cada obstáculo superado es un escalón más en esta escalera de influencia aplicada en la vida.
Yo desde mi emprendimiento lidero desde la empatía, la misericordia y desde el lente de una persona que siempre creyó en sí mismo y que por tal razón cree en los demás.
Soy Luis Diego Campos, un emprendedor que aprender día a día de las personas y de las circunstancias que lo rodean.